Polyus se vuelve verde.

Polyus es el mayor productor de oro de Rusia y el cuarto del mundo. Este actor importante en la industria minera del oro creó una sorpresa al anunciar, el 11 de febrero de 2021, que ahora se alejaría del carbón en favor de la hidroelectricidad para su producción de energía.

Esta industria, acusada durante mucho tiempo de contaminar, también ha decidido iniciar su transición verde. Para ello, Polyus ha firmado un acuerdo con la empresa rusa RusHydro, la segunda mayor productora de energía hidroeléctrica del mundo, con el objetivo de abastecer, a partir de este año, de sus 2 principales minas de oro que aún operan con centrales eléctricas. En última instancia, casi el 90% de su producción dependerá de las energías renovables y reducirá en un tercio sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Esta noticia es aún más reconfortante cuando Polyus desenterró, en octubre de 2020, un depósito de oro excepcional descubierto por geólogos rusos hace 60 años y que representa 40 millones de onzas, lo que lo convertiría en la reserva de oro más grande del mundo.

No hay duda de que Wladimir Poutine ve todo esto de manera muy positiva y alienta fuertemente esta transición. Hay varias razones:

• En primer lugar, porque las repercusiones mediáticas y políticas serán excelentes. Así podrá demostrar al resto del mundo que está en fase con el Acuerdo de París y que también está contribuyendo a la lucha contra el calentamiento global.
• Además, sabe que el costo de la relación transición / beneficios personales es una ventaja para él. De hecho, desde el colapso del pesado aparato productivo hace 30 años, la transición ecológica no requerirá grandes inversiones en Rusia. Por lo tanto, puede continuar apoyando sus acciones de descarbonización a un costo menor.
• En segundo lugar, porque el calentamiento global se ha convertido en un tema importante en Rusia. De hecho, un estudio reciente realizado por científicos rusos ha demostrado que las temperaturas en el norte de Siberia y el Ártico ruso están aumentando de forma alarmante hasta alcanzar niveles récord. Las sucesivas olas de calor son históricas. Por tanto, la cooperación con las industrias extractivas es oportuna.

Sin embargo, por irónico que parezca, fuentes de expertos rusos parecen indicar que las autoridades rusas, lejos de temer el calentamiento global, lo verían como una formidable oportunidad económica. El derretimiento de los glaciares del Norte del Ártico abriría rutas marítimas estratégicas para su comercio agrícola y le otorgaría un papel de liderazgo en el escenario internacional.